Lo que
parecía ser un juego acabó siendo un infierno. Esta es la historia de Estefanía
Gutiérrez Lázaro una joven de 18 años de Vallecas. La adolescente, un día como
otro cualquiera, en unos de los descansos del instituto se puso a jugar con sus
amigas a la Ouija en uno de los baños del centro. Mientras se divertían
haciendo espiritismo una de las profesoras entró por sorpresa y cortó la sesión
inesperadamente, el vaso explotó y un humo negro salió de él aspirándolo la
joven. Desde ese momento nada volvió a ser igual.
La joven
comenzó a experimentar comportamientos extraños, teniendo frecuentemente
ataques epilépticos y comportamientos violentos. Después de varios días, una
noche la joven entre gritos y llantos falleció en extrañas circunstancias. El
informe forense decretó que fue una parada respiratoria, pero los padres de la
adolescente no estaban tan seguros. Los fenómenos paranormales vinieron tras la
muerte de esta.
Una noche,
mientras la familia descansaba oyeron una voz que provenía del cuarto donde
murió la joven diciendo ¡mamá!, ¡mamá!, instantáneamente los padres de
Estefanía asustados fueron a ver qué pasaba, la sorpresa fue de que allí no
había nadie. Otro fenómeno que experimentó la familia Gutiérrez Lázaro fue como
un retrato de la fallecida empezó arder solo, donde las llamas devoraban la
cara de la joven y así un sinfín de fenómenos.
La familia asustada por los extraños sucesos decide
acudir a policía, dos agentes de seguridad se desplazan hasta la casa y pueden
comprobar con sus ojos que algo maligno estaba ocurriendo en ese lugar. Puertas
que se abrían y se cerraban solas, crucifijos que se habían dado la vuelta,
extrañas manchas marrones de textura espesa similar a las babas…
1 comentarios:
Conmovedora Historia. Genial tus post. saludos ;)
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